Poderosa oración a San Charbel para casos difíciles, peticiones urgentes y misiones imposibles

El catolicismo tiene una gran cantidad de santos conocidos mundialmente por sus milagros en casos difíciles, urgentes y desesperados. Uno de los más conocidos es San Charbel Makhlouf, un monje y sacerdote maronita libanés que nació en 1828 y es admirado mundialmente por su vida espiritual y los numerosos milagros atribuidos a su intercesión.

El santo nació bajo el nombre de Youssef Antoun Makhlouf y quedó huérfano de padre cuando tenía 3 años. Se sabe que desde los 23 años vivió en torno a la oración y se unió a la Orden de los Monjes Libaneses, donde tiempo después fue ordenado sacerdote.

Le puede interesar: Poderosa oración a la Virgen de Schoenstatt, la 'Madre Tres Veces Admirable', para pedir su intercesión y protección

Al dedicar su vida a la oración y la religión se retiró a la ermita de San Pedro y San Pablo en Annaya, donde vivió los últimos 23 años de su vida y consagrándose a la fe, al ayuno, a los trabajos manuales, lectura contemplativa y a la penitencia, hasta fallecer el 24 de diciembre de 1898 al sufrir un derrame cerebral.

A San Charbel se le atribuyen decenas de miles de milagros: curaciones físicas como la de una mujer con hemiplejía en 1993, así como favores espirituales y sanaciones en todas partes del mundo.

“Las historias de sus obras milagrosas durante y después de su vida se han extendido por todo el mundo. Se dice que curó a un loco leyendo el Evangelio y que protegió los cultivos de las langostas rociándolos con agua que había bendecido”, reseña el portal 'Diario Católico'.

En los últimos días, ha ganado gran interés entre los colombianos, pues por medio de sus redes sociales, el neurocirujano Fernando Hakim, jefe del departamento de neurocirugía de la clínica Fundación Santa Fe en Bogotá, encargado de la intervención quirúrgica que se le realizó al senador Miguel Uribe Turbay, reveló la devoción que tiene por este santo.

“San Charbel, intercesor de los milagros, acompáñame en cada cirugía, guía mis manos con sabiduría, precisión y compasión. Que la ciencia y la fe trabajen siempre juntas en cada paso del camino”, escribió en sus redes sociales el especialista tras la cirugía que le realizó al senador. 

Bendito San Charbel, santo de todos y para todos, mártir de la vida religiosa entregado a servir a Dios y a la Virgen, glorioso santo que colmas a los hombres con tus bendiciones y no dejas de darnos tu auxilio cuando nos ves en apuros, tú que fuiste un alma elegida que sentiste la llamada del Señor y llevaste una vida ejemplar de monje y ermitaño, entregado a la oración, al ayuno y a la penitencia acude a nuestra llamada y danos tu ayuda en la necesidad.

Adorador de Jesucristo en la Sagrada Eucaristía y por siempre devoto de María Santísima, tú que alimentaste tu corazón y el de los demás con las santas palabras y fuiste ejemplo de humildad, fe y paciencia, de piedad y sacrificio, tanto para tus compañeros como para los hombres, ayúdame a ser digno de las gracias de Dios, y merecer, así, tu asistencia y protección.

Glorioso San Charbel, dador generoso, siempre deseando servir al Señor y al prójimo, que nunca dejaste de asistir a los pobres y enfermos y a los más necesitados que, sabiendo de tus milagros, acudían a ti en busca de consejo, consuelo, alivio y socorro.

Tú que eres el patrón de los que sufren en alma y cuerpo y das rápida solución por imposible que sea el problema, intercede por mí y presenta mis peticiones ante el Señor, consigue que se obre un milagro en mi vida para remediar esta difícil y urgente situación que es la causa de mis desvelos e intranquilidades: (decir con mucha fe lo que se necesita conseguir por mediación de este prodigioso santo).

San Charbel humilde anacoreta amigo de todos, hombre justo, bueno y caritativo que abogas por nosotros, no dejes de rogar por los que llegamos hasta ti esperanzados; tú que eres poderoso en los Cielos y no decepcionas a nadie, tú que eres amigo fiel del Señor y eres siempre por Él escuchado, alcánzanos, te ruego, de su infinita misericordia y bondad lo que con sencillez y humildad hemos solicitado.

Danos confianza y haz que siguiendo tu virtuoso ejemplo nos unamos cada vez más a Jesucristo, al que tú tanto amaste y admiraste, para que viviendo en el cumplimiento de sus mandamientos de sus Enseñanzas y de su Evangelio, consigamos la sanidad de cuerpo y alma y junto a ti proclamemos sus maravillas y le alabemos y glorifiquemos por siempre. Amén. 

ALEJANDRA HERNÁNDEZ TORRES

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO