Dos mujeres y un policía quedaron heridos, tras ataque con drones y ráfagas de fusil en el Cauca

La violencia no da tregua en el Cauca. De nuevo, el epicentro de ataque y hostigamiento hacia la fuerza pública por parte de disidentes de las Farc fue el municipio de Santander de Quilichao, en el norte del departamento, donde un nuevo ataque armado dejó como saldo tres personas heridas: dos mujeres civiles y un uniformado de la Policía Nacional.

El hecho ocurrió en la noche del pasado 13 de junio, en pleno centro del municipio, cuando integrantes de la estructura 'Dagoberto Ramos', disidencia de las antiguas Farc que opera bajo el mando de alias Iván Mordisco, arremetieron contra uniformados y población civil. 

Según versiones preliminares, los atacantes utilizaron drones cargados con explosivos y armas de largo alcance para generar el caos en la zona urbana. La población quedó en medio de disparos. Hubo ciudadanos que estuvieron en una cancha sintética de fútbol. 

Durante el ataque, un uniformado de la Policía resultó herido por esquirlas causadas, debido a la explosión de uno de los artefactos, mientras que las dos mujeres civiles fueron impactadas por proyectiles. 

Hasta el momento, se desconoce el estado exacto de salud de las víctimas, pero se confirmó que fueron trasladadas a centros médicos para recibir atención.

La acción criminal se presentó en un momento de alta concurrencia, lo que generó pánico entre los habitantes del casco urbano. Videos grabados por testigos muestran cómo los ciudadanos corrieron a resguardarse, mientras se escuchaban fuertes detonaciones y disparos. El miedo se apoderó de las calles de Santander de Quilichao, que nuevamente, se convirtió en escenario de la violencia armada.

Ante la gravedad del ataque, las autoridades reaccionaron con rapidez. El general Federico Mejía, comandante de la Tercera División del Ejército Nacional, entregó un balance inicial de lo sucedido.

“Gracias a la rápida reacción de las unidades militares y policiales, con ráfagas de fusil logran interceptar y neutralizar el ataque, logrando derribar uno de los artefactos. Al parecer, esta acción terrorista habría sido ejecutada por integrantes del GAO-r estructura 'Dagoberto Ramos' que delinque en la zona”, declaró el alto oficial.

Mejía destacó que el uso de drones por parte de estos grupos armados ilegales representa una grave amenaza para la seguridad en zonas urbanas, y confirmó que se están adelantando operativos de control y búsqueda para dar con los responsables del atentado.

El gobernador del departamento del Cauca, Octavio Guzmán, se pronunció desde sus redes sociales para rechazar el atentado y expresar su solidaridad con las comunidades afectadas.

“Acompañamos a nuestras comunidades en el norte del Cauca, porque donde hay dolor, debe haber más Estado, más escucha y más compromiso. No vamos a permitir que el miedo silencie la esperanza. La vida se defiende con presencia, unidad y amor por nuestro territorio”, manifestó.

Sus palabras llegan en un momento de gran incertidumbre para la población, que ha sido testigo de una escalada de ataques en varias localidades del Cauca durante las últimas semanas, entre ellas Argelia, Caloto, Inzá, Patía y ahora Santander de Quilichao.

Como medida preventiva y con el fin de evitar nuevos hechos violentos, la Alcaldía de Santander de Quilichao decretó toque de queda en el municipio. La decisión fue tomada tras una reunión del comité de seguridad local y tiene como propósito controlar la movilidad durante las noches, cuando suelen registrarse los ataques.

“Pedimos a la comunidad comprensión y colaboración. Estas medidas buscan salvaguardar la vida e integridad de todos los quilichagueños”, indicó un vocero de la administración municipal.

Un hecho similar ocurrió el pasado martes 10 de junio en esa misma población cuando un artefacto explosivo fue lanzado contra la estación de Policía. El explosivo no alcanzó su objetivo, ya que cayó antes de impactar el edificio, por lo que no se registraron víctimas ni daños materiales.

Sin embargo, instantes después, los uniformados fueron hostigados con ráfagas de fusil, lo que provocó temor entre los habitantes del municipio, que se vieron obligados a resguardarse en sus viviendas en medio del fuego cruzado.

Santander de Quilichao ha sido históricamente una zona estratégica para los grupos armados ilegales, dada su ubicación geográfica que conecta con el norte del Cauca y el sur del Valle del Cauca. Además de su importancia como corredor de movilidad, el municipio ha sufrido múltiples ataques a la fuerza pública, atentados con explosivos, asesinatos selectivos y desplazamientos forzados.

Las autoridades locales, departamentales y nacionales coinciden en que la situación requiere un fortalecimiento urgente de la presencia estatal, no solo en términos de seguridad, sino también en inversión social, desarrollo rural y generación de oportunidades para los jóvenes, quienes se ven cada vez más vulnerables ante el reclutamiento forzado.

MICHEL ROMOLEROUX

Especial para EL TIEMPO

Popayán